miércoles, 25 de marzo de 2009

Abordaje educativo del Niño con Necesidades Especiales

Deficiencias Atendidas en Educación Especial

Tomando en cuenta el documento de Conceptualización y Política de la Dirección de Educación Especial, la población objetivo de atención es diversa y variada. Se incluyen niños y jóvenes con problemas intelectuales, sensoriales, motores, de aprendizaje y emocionales, así como aquellos con alto nivel de desempeño.

Según el Reglamento de la Ley Orgánica de Educación se consideran individuos con necesidades especiales aquellos que presentan: Retardo Mental, Dificultades de Aprendizaje, Deficiencias Auditivas y Problemas del Lenguaje, Deficiencias Visuales, Impedimento Físico, Alto Nivel de Desempeño, Autismo.

La modalidad atiende esta población desde que se detecta el problema a través de programas transitorios o permanentes, complementarios o sustitutivos.

Orientaciones Metodológicas y Contenidos. Modelo de Atención

La Educación Especial, tanto desde el punto de vista de sus fundamentos filosóficos y de sus principios teóricos, como desde el punto de vista de sus estrategias de intervención y atención, es precisamente la modalidad educativa que restituye al educando su verdadera calidad esencial: LA DE SER PERSONA. Por ello, esta modalidad dirigida a la atención integral de los individuos con necesidades especiales, se orienta principalmente a la consideración del educando desde una concepción holística: como una persona en permanente crecimiento, única en sus características y en sus necesidades, constructor de su propia concepción del universo, necesariamente gregario en sus proyecciones e interacciones sociales y ratificador de los valores intrínsecos de su propia existencia como ser humano.

Metodología.

Basados en un marco teórico, que en lo fundamental, se caracteriza por explicitar una clara y precisa concepción integral de las personas con necesidades especiales, una concepción constructivista del aprendizaje y que propone una atención educativa a través de un abordaje interdisciplinario, aspectos que se constituyen en grandes líneas curriculares de la modalidad, se está claro en el hecho de que para las personas que no presentan alteraciones a nivel cognitivo y de las personas que presentan retardo mental leve que reciben atención educativa en la escuela regular o en escuelas especiales, el diseño curricular es el mismo establecido para los niveles de Preescolar y básica con las adaptaciones necesarias, referidas a objetivos, contenidos, estrategias metodológicas, materiales.

En este sentido, se viene trabajando de acuerdo a los lineamientos emanados de la Dirección de Educación Especial, en un proceso donde participan profesionales que cumplen funciones en los diferentes niveles de la estructura, desde los programas de la Dirección hasta las Unidades Operativas. El objetivo es establecer en forma definitiva pero abierta las adaptaciones de diferente naturaleza para el desarrollo de los programas escolares de Preescolar y Básica. Como ejemplo de esta experiencia se puede citar el caso del Programa de Deficiencias Auditivas donde este proceso se está llevando a cabo con la implementación de la Propuesta de Atención Integral del Niño Sordo.

Contenidos

En cuanto a los contenidos de la enseñanza, obviamente, éstos dependen de la concepción adoptada en relación al sujeto y a su proceso de aprendizaje y crecimiento
personal. De tal manera, que los contenidos deben responder, por una parte a las necesidades del individuo como persona y, por otra, a los intereses colectivos determinados por el grupo y por la necesidad en la que está inmerso.

En la actualidad estos contenidos no se limitan a lo académico, sino que se enriquecen con todos aquellos aspectos concernientes al desarrollo integral de la persona, tales como: aptitudes, valores individuales y colectivos, creatividad, autorrealización y trabajo.

Alumnado de Especial: Accesos, Edades, Ciclos, Tipo de Deficiencias.

La acción educativa especializada se dirige a la población con alguna discapacidad, desde que se detecta la problemática. De acuerdo a las características de cada individuo y a las necesidades del mismo, la matrícula puede ser fija o flotante.

La población con necesidades especiales tiene acceso al sistema educativo a través de la modalidad de Educación Especial. El Estado venezolano responde a las necesidades de atención educativa que presentan los individuos con alguna discapacidad, desde los 0 años hasta los 45 años.

La amplitud del rango etario obedece a las necesidades permanentes del grupo de personas con limitaciones severas, los cuales exigen un programa educativo que los lleve a alcanzar la capacitación laboral y el empleo, en muchos casos, protegido. Dependiendo de la problemática, la educación de las personas con necesidades especiales se organizará de acuerdo a las características de las mismas. Sin embargo, se conciben tres grandes etapas en el proceso de atención educativa especial, a saber: Intervención Temprana, Atención Educativa, Educación Laboral.

La etapa de Intervención Temprana tiene como objetivo promover y habilitar estrategias para el desarrollo armónico del niño de 0 a 4 años, tomando en cuenta sus potencialidades y el medio familiar y social que lo rodea, de tal manera de intervenir para favorecer el equilibrio dinámico y progresivo entre ellos. Por otra parte, este programa le da relevancia a la familia como factor activo para cumplir con los objetivos de la programación, de allí, que un objetivo prioritario del programa sea el de informar, motivar y orientar en todo lo referente a la atención integral del niño.

Esta etapa se cumple en los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y al término de la programación prevista para cada caso, el niño egresa y según sus posibilidades y características se ubica en un preescolar regular o en un servicio de educación especial.

La etapa de Atención Educativa tiene como objetivo proveer al educando con necesidades especiales de las competencias sociales y académicas básicas que le permitan mejorarse adecuadamente en el medio circundante y continuar el proceso educativo, ya sea en la escuela o en la etapa de educación laboral, de acuerdo a sus posibilidades. Las edades de los educandos en esta etapa van desde los 3-4 años de edad hasta los 14-16 años.

La población con retardo mental severa y moderada es atendida en Institutos de Educación Especial diseñados para continuar la formación de los educandos para el trabajo productivo, a través de tres niveles: Preescolar (3-9 años), Básica (9-14) y Pre-vocacional (de 14-16 años). La población con retardo mental leve es atendida en la escuela regular con servicios de apoyo adscritos a la escuela.

Los educandos sordos y deficientes visuales son atendidos en Institutos de Educación Especial, con los programas diseñados por el nivel de preescolar y de Educación Básica, hasta el 6° grado. Al término de la programación, los alumnos son egresados al sistema educativo regular para que prosigan en los niveles correspondientes.

La población con dificultades de aprendizaje es aquella matrícula de los niveles de educación, que presenta problemas en la adquisición de la lectura y escritura o en el desarrollo del pensamiento matemático, y que por lo tanto, requieren de programaciones complementarias dentro de la escuela regular. Los servicios existentes para esta población son: las Aulas Integradas, las Unidades Psico-educativas y los Centros para Niños con Dificultades de Aprendizaje.

La población con Impedimentos Motores gozan de servicios para rehabilitación y de la oportunidad de incorporarse al sistema regular cuando el caso lo amerite.
La población con Parálisis Cerebral y la población de Autistas cuentan con Instituciones diseñadas de acuerdo a las características de cada área. Es de hacer notar que a nivel oficial los niños con parálisis cerebral severa son atendidos en un Centro de Intervención Temprana oficial y en Instituciones Privadas.

La Etapa de Educación Laboral está concebida para capacitar y formar al joven con necesidades especiales en un oficio que le permita incorporarse al medio competitivo de trabajo o a un empleo protegido en una empresa familiar, cooperativa o micro-empresa. La población mayoritaria en esta Etapa se ubica en los jóvenes con retardo mental severo y moderado con parálisis cerebral moderada y leve y con impedimentos múltiples.

sábado, 7 de marzo de 2009

Integración social – escolar – familiar

Reproducción con fines educativos de parte del contenido de la Guía de Estudio (581), Educación Especial, UNA (2004)

"El desarrollo de esta unidad, es consecuente con los principios de Democratización y Modernización que fundamentan la Educación Especial en nuestro país, responde al enfoque ecológico que privilegia en este momento el campo de la Educación Especial y a las nuevas tendencias de funcionamiento que parten de una concepción holística y global de la problemática educativa, que promueve el uso de una pedagogía centrada en el sujeto, con respeto de las diferencias individuales y en constante interacción con el medio y que implica, un cambio conceptual educativo importante a partir de la adopción del término necesidades educativas especiales, el cual aparece como una posibilidad abierta a todo tipo de alumnado que, de manera permanente o puntual necesita ayuda o atención complementaria a la acción educativa regular para el desarrollo adecuado de sus posibilidades, su integración al entorno socio-cultural y el logro de los objetivos generales de la educación.

El estudio de la unidad, te permitirá ubicarte en determinados contextos, que dan origen a necesidades educativas especiales y que agrupan diversas problemáticas educativas presentes en la sociedad contemporánea de Venezuela y el mundo. Didácticamente es posible reconocer al menos tres contextos en los cuales se agrupan las distintas problemáticas: Contexto social, contexto educativo y contexto familiar.

Los contenidos seleccionados para esta unidad, se organizan en función de dichos contextos y guardan relación con los siguientes aspectos:

Contexto Social
• La pobreza como factor de riesgo y desventaja socioeducativa.
• Factores de riesgo en la población: embarazo precoz, uso de drogas y estimulantes.
• El menor en circunstancias especialmente difíciles: menores institucionalizados, menores víctimas de maltrato y abandono, menores en estrategia de sobrevivencia, menores con necesidades específicas de atención preventiva, menores de la calle.
• Menores hospitalizados.

Contexto Educativo
• Analfabetismo
• Deserción
• Desescolarización
• Exclusión
• Repitencia
• Retardo pedagógico
• Fracaso escolar

Contexto familiar
• Estructura familiar. Divorcio
• Abuso, descuido y maltrato familiar.
• Valores y actitudes.

Para el logro del objetivo propuesto en esta unidad, es necesario que revises con atención y en forma analítica todas y cada una de las lecturas 49 sugeridas así como la información que aquí se te presenta y que las contrastes con la realidad de tu entorno, para ello puedes valerte de la información que suministra la prensa local y nacional así como también del trabajo que realizan diferentes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para enfrentar los problemas mencionados.

Contexto Social

Si bien los problemas de orden social son estructurales y responden a una multiplicidad de factores, el aspecto educativo se hace recurrente en la mayoría de los casos. Muchas de las necesidades educativas especiales, surgen a consecuencia de las diferentes problemáticas que se generan en el contexto social y ellas en sí mismas pueden ser generadoras de problemas sociales si no son atendidas de manera efectiva. De acuerdo con la UNICEF, tanto los niños como las niñas de las familias pobres sufren de manera desproporcionada discapacidades físicas, problemas de aprendizaje y desventajas generadas en la primera infancia. El riesgo de mortalidad de los lactantes y de los niños y niñas menores de cinco años de edad es más elevado entre las familias pobres, y los hijos que sobreviven sufren las tasas más altas de desnutrición, enfermedad, retrasos en el desarrollo, abuso y descuido. Los padres pobres son generalmente menos educados y no tienen acceso a servicios sociales de calidad que garanticen el rendimiento escolar de sus hijos, en consecuencia, se perpetúan las pautas intergeneracionales de pobreza y desigualdad. La pobreza es una de las principales causas de riesgo y desventaja socioeducativa.

Los niños que proceden de estratos socioeconómicos bajos o que pertenecen a grupos minoritarios de la sociedad, o que manejan una lengua distinta a la que se emplea en la enseñanza, enfrentan una mayor probabilidad de fracaso escolar. Aún cuando no es posible generalizar y no puede decirse de manera taxativa que, por el hecho de ser pobre un niño está condenado al fracaso escolar, sí es posible determinar que la conjunción de distintos factores aunados a la pobreza, dificultan el proceso de aprendizaje escolar. Sí un niño no tiene satisfechas necesidades básicas tales como: alimento, salud, vivienda, abrigo y protección, resultará menos probable que enfrente con éxito sus tareas escolares y su interacción con un medio ambiente inhóspito, hace factible que a futuro reproduzca el mismo esquema de pobreza, creando lo que se conoce como ciclo de pobreza. El embarazo precoz y el uso de drogas y estimulantes entre la población, son al igual que la pobreza, factores de riesgo que pueden degenerar en problemas de salud, sobrevivencia, situaciones de abandono y maltrato, marginalidad, exclusión social y toda la problemática que gira en torno al menor en circunstancias especialmente difíciles.

En América Latina se estima que existen alrededor de 4 millones de niños en la calle, abandonan los hogares debido a la violencia en el seno de la familia o su desintegración, los escasos ingresos y el hacinamiento de sus hogares, la adicción a las drogas y diversas situaciones por el estilo que tienen como punto de partida la pobreza. Los hay que tienen donde vivir, pero desertan tempranamente el sistema educativo, para ir a trabajar, en otros casos la salida de la escuela obedece a continuas afecciones de salud o enfermedades crónicas que los mantienen hospitalizados.

¿Es posible interrumpir este ciclo? La respuesta no es sencilla, ya que son muchos los factores implicados pero, es posible intervenir desde el punto de vista educativo a través de políticas, planes y programas dirigidos a las poblaciones de riesgo, y a la población en general. El concepto de prevención en la dimensión educativa, implica que educar es prevenir, pues toda acción educativa tiene una proyección hacia el futuro. Si bien es cierto que no es función de la escuela, solventar los problemas de salud y alimentación de las poblaciones necesitadas, sí lo es llevar a cabo programas educativos que atiendan estos aspectos, y la Educación Especial está llamada a liderar los mismos por mandato constitucional, por principio, por conceptualización y política educativa.

El principio de modernización, contempla le prevención e intervención temprana y establece dos líneas de acción: Intervención Básica General e Intervención Básica Específica. La intervención básica general, corresponde al nivel de prevención primaria y demanda programas que dependan de los lineamientos políticos del país, procura evitar con medidas masivas la aparición de condiciones limitantes en la población infantil, creando un medio ambiente que le ofrezca desde su gestación las condiciones necesarias para el sano desarrollo del niño.

La Intervención Básica General, destaca la necesidad de suprimir las carencias de alimentación adecuada e implementar servicios sanitarios, así como el desarrollo de acciones y programas intersectoriales que permitan la efectiva prevención e intervención temprana de la población de riesgo. Es importante que consideres que como docente verás día a día las situaciones aquí planteadas y que la misma formará parte de tu práctica profesional, es por ello que te sugerimos profundizar este aspecto realizando búsquedas en Internet, y en las hemerotecas, igualmente puedes buscar información en los organismos que en tu región trabajan directamente con esta problemática, tales como: Zona Educativa, Gobernación, Alcaldías, ONG, Tribunales, INAM, Fundación del Niño, Hospitales, Equipos de Integración, entre otras. 2. Contexto educativo.

Los problemas del contexto educativo, tienen su origen en el contexto social. Aún cuando se reconoce a la educación como un Derecho y han sido múltiples los esfuerzos por democratizarla, el Sistema Educativo de nuestro país no ha podido atender la demanda educativa de la población, esto significa que un número importante de la población en edad escolar, queda al margen del ingreso a la escuela lo que acarrea secuelas, tanto desde el punto de vista individual como social. La población en edad escolar que no logra incorporarse al sistema educativo, se conoce como población “desescolarizada” o “ausentismo total”, esta situación redunda en que el nivel de instrucción de dicha población es muy deficiente, lo que dificulta su incorporación al aparato productivo, al considerarse mano de obra no calificada, lo que de nuevo repercute en el ámbito social. Esta población pasa entonces a formar parte de otro problemática educativa como lo es el analfabetismo. El analfabetismo va más allá de no saber leer y escribir,la definición actual es mucho más amplia y se relaciona con la forma en que un individuo puede enfrentarse a la realidad. En este contexto, puede considerarse analfabeta, aquella persona que aún sabiendo leer y escribir, posee un bajo nivel de instrucción y sus conocimientos y preparación para valerse por sí mismo y desempeñarse en el contexto social son insuficientes.

Con frecuencia, en la historia familiar de muchos niños que presentan problemas de adaptación al medio escolar, se consigue que éstos provienen de hogares donde el nivel de escolarización de los padres es bajo o alguno de los miembros de la familia es analfabeto, obviamente, existe una correlación entre condición socio-económica y analfabetismo.

Existe también una buena parte de la población escolar, que abandona los estudios antes de terminarlos, este fenómeno se conoce como Deserción Escolar.

Buena parte de la población que deserta de la escuela lo hace antes de concluir el tercer grado de enseñanza primaria y sus edades fluctúan entre los 7 y 13 años. Mientras más prematuro sea el abandono, acarrea mayores consecuencias de tipo social. La deserción escolar, puede ser absoluta y definitiva o parcial. Se manifiesta de diferentes modos:

a) Abandono antes del año escolar,
b) Abandono entre el final de un año escolar y el inicio del año inmediato siguiente.
c) Estudios intermitentes. Ingreso-abandono-ingreso
d) Asistencia irregular

Aunado a la deserción, se produce el fenómeno de la exclusión, quienes defienden esta tesis señalan, que no son los niños los que desertan del sistema, sino que es éste quien los excluye al no ser capaz de responder a sus necesidades educativas, en consecuencia los niños que no asisten a la escuela, pululan en las calles de la ciudad, carentes de atención y sin posibilidad de ecibir la educación correspondiente a su edad. Surge entonces, otro problema conocido como “Retardo pedagógico”.

Un retardo pedagógico, es el fenómeno que se da, cuando un estudiante cursa un grado o curso con una edad cronológica superior a la que le corresponde, considerando la reglamentación el Ministerio de Educación, así cuando un niño abandona la escuela y luego ingresa, su prosecución escolar se ve retardada, otro factor que degenera en Retardo pedagógico es la “Repitencia”, cuando un niño no pueda avanzar en el sistema escolar se produce una desfase entre su edad y su nivel de estudios.

Los estudios en nuestro país, se organizan en grados o cursos en los diversos niveles educativos. Los estudiantes para avanzar de un grado a otro deben aprobar el grado de acuerdo con ciertas disposiciones reglamentarias, referidas a: asistencia, promedio de calificaciones, rendimiento aceptable en pruebas y exámenes de todo tipo. Cuando un alumno es “aprobado”, se le permite avanzar al grado superior, en cuyo caso se dice que es “promovido”. Los alumnos que no logran aprobar deben reinscribirse y cursar nuevamente el grado, situación que se denomina “Repitencia”. Fracaso escolar, es el término que resume toda la problemática educativa señalada en los párrafos anteriores. Fracasa el individuo, al no lograr alcanzar los objetivos previstos en materia educativa, pero también fracasa la escuela al no ofrecer respuesta efectiva a las necesidades educativas del sujeto agravando a su vez los problemas de orden social.

Muchas de las causas del fracaso escolar, son imputables a la escuela y tienen que ver con factores tales como:
• Inadaptación del programa a los intereses del niño
• Desequilibrio del programa
• Métodos de instrucción defectuosos.
• Condiciones desfavorables de la escuela

Una adecuada formación del docente, también es requisito para la búsqueda de solución al problema del fracaso escolar. La escuela debe procurar, utilizando todos los medios que tiene a su alcance, ayudar al niño a aprender y no exponerlo al fracaso. Es necesario, observar al niño, considerar nuestra posición como educadores frente a su problema, se debe buscar el nexo con la familia para descubrir dónde reside el problema y cómo podemos tratarlo de manera conjunta, orientando nuestra labor en función de sus intereses y
potencialidades, más allá de la dificultad.

3. Contexto familiar

La dinámica propia que se establece dentro de cada familia, también repercute en el rendimiento escolar, no olvidemos que la familia es la célula fundamental de la sociedad y juega un rol fundamental en la transmisión de valores, entre otros aquellos relacionados con el estudio.

La actitud de los padres respecto a la escuela influye positiva o negativamente en el rendimiento escolar de los niños, así también el como divorcio, maltrato, ausencia de los progenitores, inestabilidad, carencia afectiva, afectan el rendimiento del niño, debido a la relación directa que existe entre éste y el aspecto emocional del sujeto."

lunes, 2 de febrero de 2009

Entrevista a Marcela Barrios, profesora de Educación Especial del Colegio ‘Blas Infante’ de Écija.





La educación de los niños es responsabilidad de los padres

Después de más de veinte años de labor educativa, esta profesora de Educación Especial insiste en la importancia básica que tiene el ámbito familiar a la hora de dar continuidad a la formación que se ofrece en las aulas y en general de una mayor y general concienciación social.


Marcela Barrios Bermúdez, a la que todos conocen como Marce, se diplomó en Magisterio, en la especialidad de Pedagogía Terapeútica, lo que vulgarmente se conoce como Educación Especial, hace veintitrés años, los mismos que lleva desarrollando esta difícil pero importantísima profesión. Nacida en la pequeña localidad sevillana de Villanueva del Río y Minas, madre de dos hijas, también es especialista en Logopedia y con estudios de Psicología. En la actualidad presta sus servicios en el colegio público ‘Blas Infante’ de Écija.

–¿Puede definirnos su profesión?

– Básicamente, la atención a un grupo de personas, niños en mi caso, con unas necesidades educativas especiales. En concreto, yo atiendo a niños desde los tres hasta doce años, todo lo que comprende Educación Primaria.

–¿Qué diferencia básica hay entre la educación de niños con minusvalía psíquica y los que consideramos normales?

– Hay bastantes diferencias, pero la fundamental es que con estos niños es necesario utilizar unos recursos y unos medios específicos para que su desarrollo integral sea posible.

– Supongo que hay muchas tipologías diferentes dentro de lo que calificamos como niños con minusvalía psíquica...

–- Sí, pues hay diferentes síndromes y luego, además, dentro de cada uno de ellos, muchas escalas. Por ejemplo, dentro de lo que calificamos como síndrome de Dauw hay, me atrevo a decir, tantas variedades como niños con ésta problemática.

–Y esta circunstancia, ¿a qué obliga a la hora de ejecutar su trabajo? ¿en qué modifica la acción educativa?

– En los medios, en los recursos educativos, en la metodología....Así, por ejemplo, en la ejecución de los programas educativos. Ellos no siguen el programa curricular ordinario, sino que necesitan un ajuste de los objetivos, de los medios, del material, etc, todo ello adaptado a sus necesidades y características, que es lo que se llama una adaptación curricular individualizada.

–¿Cuáles son las mayores satisfacciones y los desengaños que más experimenta en su trabajo?

– Satisfacciones muchísimas, muchísimas. Desengaños, con ellos directamente, ninguno. Satisfacciones todas las que nos podamos imaginar como seres humanos. El cariño, el amor... ellos no conocen el rencor, la envidia...

– Sin embargo parecería a simple vista que el trabajo tuviera que ser más ingrato que educar a niños digamos que normalizados...

– Todo lo contrario, porque ellos, cualquier objetivo que otro niño normal, entre comillas, pueda conseguir en un determinado tiempo, ellos quizás necesitan muchísimo tiempo más, pero cuando tú logras ese objetivo con ese niño, aunque sea abotonar una camisa, la satisfacción que sientes es muy grande, muy grande, porque para él es muy importante. La satisfacción que tu sientes es la que le ves en su cara, la alegría que le ves cuando logra abrocharse un botón.

–¿Se trabaja de manera coordinada con la familia?

– Es necesario, totalmente necesaria la coordinación. Si no hay coordinación entre el personal del centro que se encarga de ellos y la familia, el logro de los objetivos deja mucho que desear, porque el trabajo de estos niños no termina a la hora de la salida del colegio, no termina con ningún alumno en general, pues la familia tiene que ser la continuación, pero con estos niños la cosa es mucho más importante porque ellos, debido a sus características, necesitan un trabajo no muy pesado pero sí muy constante, no que les canse mucho pero que no dejen de hacerlo durante mucho tiempo.

–¿Y las familias colaboran?

– En general, sí. En este centro tenemos la suerte de que la práctica mayoría, por no decir todas las familias, colaboran bastante.

–¿Cuál es la actitud del resto de niños hacía éstos?

– Hay de todo, pero en general, cuando son pequeñitos, los aceptan estupendamente, es un niño más para ellos. Se dan cuenta de su dificultad y la tendencia, su instinto, es ayudar. Por eso el principio de que si es más beneficiosa la integración es sobre todo para los demás niños que para los que son de educación especial, aunque en esto es cierto que hay mucha gente que no está de acuerdo, incluso los padres de los demás niños que no entienden mucho esta cuestión, pues creen que lo mismo les perjudica que sus hijos tengan compañeros con necesidades educativas especiales en su clase porque eso va a bajar el nivel de conocimientos dentro del aula, pero, al menos en mi opinión, eso no es tan importante, ya que a lo mejor se pierde un tiempo a la semana porque ese niños necesitan una atención individualizada por parte del maestro que en ese momento está en el aula, pero no es tan importante como la riqueza humana que recibe su hijo.

–¿Éstos niños son conscientes de su discapacidad? ¿Y si es así, en algún momento se sienten acomplejados o incluso rechazados?

– Depende de su grado de inteligencia, de su nivel cognitivo. A menor nivel, menos conciencia de su problema. Cuando son conscientes les es muy angustioso, porque es cuando se dan cuenta de sus limitaciones y si la gente que les rodea no les ayuda y no ponen todo su interés en que este niño tenga una autoestima considerable para superar todo eso y tener la posibilidad de relacionarse con sus compañeros, entonces puede tener bastantes frustraciones a lo largo de toda su vida. Por eso es tan importante que desde que estos niños son chiquitos, y me refiero a los que son conscientes de sus dificultades, reciban todo el apoyo de una forma correcta, no apoyo del tipo me da lástima y le ayudo porque pobrecito, no. Se trata de un apoyo emocional, de hacerlos realistas y conscientes de cuál es su problema pero también de todas las posibilidades que tienen de superar sus problemas,de gozar de una vida lo más normalizada posible, que es el fin concreto de la educación.

–¿La escuela pública cuenta con suficientes medios para poder atender debidamente a estos niños?

– Para nada, no. Las principales carencias son sobre todo de personal. También material, porque muchas veces los profesionales que nos dedicamos a este tipo de educación tenemos que buscarnos nuestros propios recursos materiales para que a estos niños no les falte de nada. No obstante, cada día va mejorando la situación y por supuesto no es lo mismo ahora que cuando empecé a trabajar, que entonces es que no teníamos nada. Pero todavía sigue faltando muchos recursos, personales y materiales.

–¿La preparación del profesorado es la adecuada? ¿Se reciclan? ¿Se ponen al día de nuevas técnicas?

–- En general, sí. Hay que decir que la administración no es que nos obligue, pues el reciclaje en el magisterio no es obligatorio, pero se sobreentiende que hay una voluntad general a la mejora de tus conocimientos y preparación como profesional, porque estás haciendo algo que para ti es muy importante.

–¿Se puede decir que tiene más vocación un profesional que trabaja con niños disminuidos?

–- No, no tiene más vocación. Quizás pueda tener más paciencia, quizás el conocimiento de éstos niños y su mundo te hace algo más sensible, pero vocación no. El trabajo de todo maestro es vocacional. Es muy importante, pero yo no haría ninguna diferenciación entre especialidades.

–¿Qué le pediría a la administración?

–- Más conciencia de la necesidad de aportar los recursos necesarios para que éstos niños puedan alcanzar su educación integral. Recursos humanos y materiales.

–¿Se necesitaría una educación de la propia sociedad respecto a esta problemática?

–- Sí, pero evidentemente esto no depende de la administración, sí de la educación, y en este sentido lo fundamental es la educación en el seno familiar.

–¿La sociedad está concienciada?

–- Mientras los niños son pequeños, no hay tanta problemática. El problema va surgiendo y en aumento a medida en que el niño va creciendo, porque ya desde que sale del colegio, donde los tenemos más protegidos y tienen una atención más individualizada, por el número de alumnos, porque no es que donde van luego no se les preste atención, la situación se complica. Desde luego la problemática más grave es su salida profesional, porque casi no tienen.

–¿Cuál sería la solución?

– Una buena alternativa ya se ha intentado poner en marcha: la concienciación de los empresarios, a cambio quizás de algunas ventajas para ellos que los motiven o incentiven, porque estas personas tienen derecho a trabajar y pueden cumplir perfectamente con su trabajo, es más, dar mucho a la sociedad, pero la verdad es que no está conseguido del todo. La gente que trabajamos en este tema siempre tenemos presente la esperanza, la ilusión de que se produzca una mejoría.

–¿Necesitarían estas personas una educación continua a lo largo de toda su vida?

– La verdad es que sí. Evidentemente, desde que son muy pequeños, la formación se debe hacer a conciencia, con los medios adecuados, contando con la colaboración de la familia, que realice con el niño los tipos de actividad que se les indica desde el colegio. Todo eso hace que su formación sea mucho mejor y que entonces no sea tan importante que a lo largo de toda su vida tenga que estar recibiendo una formación permanente totalmente.

–¿Se siente el maestro, por los cambios sociales que han ocurrido, menos reconocido? ¿En qué afecta a su tarea educativa?

–Afecta totalmente, porque estamos indefensos ante conductas intolerables, como agresiones o insultos... Es un problema muy importante que vivimos con mucha preocupación en la comunidad escolar, pero claro, esto es un problema social que desde luego no es la escuela la única institución que tiene que resolverlo. Está el seno familiar, importantísimo y fundamental. La educación que se da en casa a los niños, la atención por parte de sus padres, la formación de éstos...

–¿Sienten que las familias no les apoyan en su labor?

–Sí, en general, es así. La familia no ofrece un apoyo total como debería hacerlo. No nos consideran muchas veces como cómplices en la educación de sus hijos sino que nos tienen demasiadas veces como los responsables de la educación de los niños, cuando no es así, pues los responsables son los padres.

–¿Entienden la escuela como una simple guardería, como un lugar donde aparcar a sus hijos?

–Bueno, también. Ahora, la sociedad en la que vivimos, la competencia, tanto tiempo dedicado al trabajo fuera de casa, muchas cosas, hacen que los padres tengan una necesidad total de tener al hijo en algún sitio y cuanto más tiempo esté en el colegio mejor. De todas formas, desde la administración pienso que se está atendiendo esta necesidad, pero claro, la concepción de la escuela como guardería es errónea totalmente.

–¿Cree que los maestros deberían tener un año sabático cada cierto periodo de tiempo para conservar el equilibrio y al tiempo reciclarse?

–Yo no creo que sea necesario, pero sí el cambio de mentalidad y de actitud por parte de las familias, porque si los hijos reciben la formación adecuada en la familia llegarían al colegio con otra forma de hablar, de comportarse, con otra conducta, sobre todo con respeto. El maestro se deprime cuando ve que su trabajo no tiene fruto, cuando ve que está diciendo muchas cosas que son las mismas cada día a sus alumnos y luego en casa no ve la respuesta por parte de los padres. Incluso muchas veces se ponen en contra de un simple castigo.

–¿Supongo que la vuelta al colegio es la etapa más difícil?

–Sí. El principio de curso es un tiempo de nueva adaptación, mejor dicho, de readaptación de los alumnos, que llegan del verano sin hábitos de trabajo y deben volver a adquirirlos, así como de las normas, tan importantes para que la labor educativa pueda desarrollarse en condiciones apropiadas y efectivas.

–¿Qué valores echa de menos en la actualidad que existían antes?

–El respeto entre los propios alumnos y de éstos a los profesores. Es un valor que se está perdiendo, y que creo que es fundamental, como lo es en cualquier relación.

–¿A que cree que se debe esta pérdida?

–Quizás a un tipo de educación demasiado distendida en casa, demasiado flexible y por falta de dedicación de los padres hacia los hijos. El respeto se aprende comunicándose, si los padres y los hijos no lo hacen, no están juntos, no tienen vivencias comunes, no se fomenta. Me temo que no estamos en una sociedad más dialogante que antes, y la evidencia está en una prueba muy cotidiana: el gran número de horas que pasan los ninos frente al televisor o al ordenador. Esa comunicación deja mucho que desear.


Información:JESúS LEóN• ÉCIJA -el Periódico de Écija (20/08/2004 )

Evolución Histórico Social

Es difícil determinar el momento en que se inicia la historia de la Educación Especial, sin embargo se tiene conocimiento que en sus orígenes ésta se impartía en forma accidental, aupada por la filantropía y la lástima. Pedro Ponce de León y Juan Bonet en el siglo X se señalan como precursores de la enseñanza del niño sordo. Luego en el siglo XIX se tienen reportes acerca de la creación de asilos para niños “anormales” con una significativa orientación médica. Más adelante, en este mismo siglo nacen las escuelas especiales para ciegos y retardados mentales, principalmente en Europa Oriental y los Estados Unidos, culminando en la proliferación de instituciones educativas para niños discapacitados alrededor del mundo.

Posteriormente, ya en el siglo XX, surgen las primeras clases especiales paralelas a la educación regular y se da inicio a la pedagogía diferencial. En esta primera etapa la Educación Especial se caracterizó por una concepción asistencial institucionalizada, un enfoque clínico con énfasis en la deficiencia y una actitud segregacionista por parte de la familia y la sociedad en general.

Existieron también dentro de la sociedad grupos que impulsaban el cambio e hicieron aportes significativos al tratamiento de niños con necesidades especiales, promoviendo la educación como medio fundamental de superación del ser humano.

La conformación de un marco legislativo, afianzó aún más el desarrollo de la Educación Especial. El derecho a la educación de los sujetos con necesidades especiales es reconocido por primera vez en la Declaración de los Derechos del Niño de la Unión Internacional para la Protección de la Infancia (UNICEF) y aprobado en 1924 por la Asamblea de la Liga de las Naciones, pero no es hasta 1959 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó los derechos al tratamiento, educación y cuidado del niño física, mental o socialmente incapacitado.

Posterior a esto se dio paso a la “Declaración de los derechos de los impedidos” en la que se recomienda la acción nacional e internacional sobre marcos de referencia y bases comunes que aseguren la dignidad humana, salud, educación, rehabilitación y trabajo a este grupo de personas.

Aunado a este marco legislativo, los fenómenos y procesos que para la época se suceden en muy diversos campos de la actividad humana se ponen de manifiesto en un cambio de orientación con respecto a la atención de personas con necesidades especiales. Entre éstos destaca el énfasis mundial en los derechos humanos principalmente, el de igualdad de oportunidades y el derecho a ser diferentes, los avances en la psiquiatría social, y la psicología.

Los avances en las ciencias humanas procuran un cambio en el foco de atención desde “el caso” hacia la “persona” y gradualmente se produce un desplazamiento de enfoque clínico a enfoque psicopedagógico, el cual se produce a nivel mundial a partir de la década de los años 70. Destaca para la fecha el Informe Warnock (1978) que da lugar en 1981 a la Ley sobre Educación Especial en Inglaterra que promulga la concepción de la educación de los niños con deficiencias de manera integrada a la educación general y da origen al término necesidades educativas especiales, al establecer que éstas no son exclusivas de unos pocos sino de todos, y por tanto forman un continuo.
A partir de ese momento la Educación Especial se muestra como un continuo de prestación de servicios que va de la ayuda temporal hasta adaptaciones permanentes a lo largo del currículo ordinario.

En la década de los 90 comienza a privilegiarse la integración educativa en respuesta al derecho de equidad e igualdad de oportunidades reconociendo la necesidad de impartir la enseñanza a los sujetos con necesidades educativas especiales dentro del sistema común de educación.

En la actualidad se concibe la Educación Especial de manera dinámica, con un enfoque ecológico centrando la atención en la propia persona, las situaciones educativas que propician su desarrollo, los profesionales que intervienen y los contextos escolares, familiares y comunitarios.

Extraído de la Guia de Estudio - Cod. 581 UNA - Educacion Especial

¿cómo te sentirías en el lugar de estas personas?,



Reflexiona:

· ¿cuál es tu posición frente a la discriminación?,
· ¿qué opinión tienes acerca del derecho a la educación en igualdad de
oportunidades?,
· ¿estás de acuerdo con la integración?,

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Bienvenidos al Blog El Niño con Necesidades Especiales, un espacio de encuentro de estudiantes/facilitador de esta cátedra.